Gracias a los investigadores de ondas gravitacionales, los expertos en el campo de la astronomía crearon un sistema para rastrear el origen de los agujeros negros conocidos y poco conocidos en el Universo.
Como saben, las explosiones de supernovas y los colapsos estelares provocan la aparición de agujeros negros. La unidad de medida para un agujero negro es la masa solar. Por lo general, los agujeros negros son cuarenta y cinco veces el tamaño del sol. Después de una fusión conjunta de los sistemas, los modernos detectores Virgo y LIGO detectan ondas gravitacionales. Debido a las inestabilidades formadas por el colapso estelar, los agujeros negros demasiado pesados dejan de formarse.
Por esta razón, se requiere un nuevo modelo que explique la existencia de sistemas binarios de objetos similares, que luego se fusionan con otros objetos. La masa de tales objetos es cinco decenas de veces mayor que el sol. Se espera que tales "agujeros negros de nueva generación" sean visibles en los observatorios Virgo y LIGO.
El Instituto de Astronomía de Ondas Gravitacionales de fama mundial de la Universidad de Birmingham presentó una hipótesis interesante de que si en el futuro rastrea varias fusiones de agujeros negros a la vez, puede encontrar más información sobre el lugar de su aparición.
Gracias a los cálculos detallados de los investigadores, los astrónomos podrán identificar el origen de los agujeros negros, para profundizar en los mecanismos de su fusión.
Según los resultados de la investigación, el grupo, que fue monitoreado de cerca por científicos, donde aparecieron los agujeros negros, se movió a una velocidad de más de 50 kilómetros por segundo.
Los astrónomos no tienen la oportunidad de indicar exactamente dónde aparece la mayoría de los agujeros negros en el vasto mapa del cielo estrellado, pero con la ayuda de un nuevo estudio puede descubrir los lugares donde es más probable que aparezcan los agujeros negros. De lo contrario, dichos espacios se denominan "viveros de agujeros negros". Para confirmar la parte teórica de la investigación, los científicos esperan los resultados del fructífero trabajo de las herramientas modernas Virgo y LIGO.
Los autores de la última investigación están firmemente convencidos de que es gracias a la observación constante y cuidadosa de las ondas gravitacionales que podemos obtener más datos sobre las condiciones iniciales para la formación y nucleación y desarrollo de agujeros negros.